En el camino verde vi rizos naturales,
Un grillo dio la alarma para que los demás se escondan y no los vimos porque el rio distrajo con sus aplausos. Al subir la lomita un haz solar atravesó el mango y por sección iluminaba la sombra.
En silencio nos vi como piedras en medio del camino, pero a la madre le gusto y nos hacía sonidos.
El aroma natural fue interrumpida por los pasos y decidimos regresar al ilan-ilan, las flores recordaron el camino y el rizo me sacó una relajante sonrisa, conecto con una primicia.
Paralelo también había manantiales,
Una araña en lo alto volando en su tela,
Y una familia de plátanos como enseño abuela.
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