Quisiera ser mitocondria que energice tu corazón, producir enzimas que hagan contracción para enseñarte 1000 emociones.
Quiero ser un eritrocito y así poder viajar y conocer cada rincón de tu cuerpo, correr en tu pecho y trasladarme a tus neuronas, activar tus áreas, para que así puedas despertar en mi sentir y converja nuestra química.
Más bien me encantaría ser tu aparato circulatorio solo para poder ser tu Dios, así seré el responsable de darte vida, oxigeno y nutrientes con proteínas amorosas, que perduren en carbohidratos inocentes para formar toda una barrera de amor.
Quiero ser como una neoplasia benigna, para crecer indiferenciada, crecer a lentitud y sin daño, evolucionar a una maligna para metatizar a tu corazón y poder ser dueño de tu destino.
Quiero ser tu aparato esquelético, para que sientas que te sostengo cuando estas triste, para que apoyes en mi todo tu ser y si mueres descansar contigo.
Quisiera poder regir el nervio óptico y así hacerte ver, observar, sentir el impacto que causas cuando estas a mi frente.
Elegiría ser la piel que te cubre, protegerte de elementos injuriantes, erizarte, calentarte y evaporar tus sufrimientos y miedos.
Quisiera ser tu doctor para curar tus heridas con torundas de miel y gasas de mi piel.
Jim Marmolejos
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